La enfermedad celíaca es una afección autoinmune que daña al revestimiento del intestino delgado. Este daño proviene de una reacción a la ingestión de gluten. Esta es una sustancia que se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno y posiblemente la avena.

El problema de la presencia de gluten en los alimentos tiene una doble vertiente. Por un lado, hay personas que presentan alergia al gluten y otras que tienen una predisposición genética a que su sistema inmunológico no lo tolere. En ambos casos se trata de un problema de intolerancia al gluten, si bien en el primero causa un problema de alergia, mientras que en el otro origina lo que se conoce como enfermedad celíaca o celiaquía, que conlleva una sintomatología más grave, además de asociarse a otras enfermedades.

El gluten en los pacientes celíacos desencadena una reacción inflamatoria que causa daños en el intestino, una atrofia de las vellosidades del intestino que conlleva una mala absorción de los nutrientes.

En cualquiera de los dos casos, sin embargo, la eliminación completa del gluten de la dieta es suficiente para controlar la enfermedad.

Aproximadamente el 1% de la población es celíaca y se cree que seis de cada siete pacientes está sin diagnosticar.